martes, 3 de marzo de 2009

un baño

se levantó raro,
como con esa sensación
de pasta o engrudo en la boca
como de haber masticado entre sueños
una o dos amarguras.
el baño
era distinto
la cortina no era la de ayer
era otra.
los azulejos lo miraban perplejo
y lo comprimian dulcemente,
como si el espejo que faltaba
estuviese de verdad
ausente
y la canilla, que ahorcaba uno a uno
sus pensamientos
y barba
y el cepillo atónito
que lo miraba por entre sus dientes
sin poder hacer nada.

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