martes, 21 de octubre de 2008

october rain.

el olor acido del piloto mojado
le hizo acordar que afuera llovía
cerro los ojos mientras suspiraba y
con un cierto aire
a melancolía y vacío estomacal,
se dispuso a seguir escribiendo.

primaveral incomprensible

Y vi con ternura, como llorabas hojas secas en primavera,


y la ciudad nos rodea y de fondo suena música amelie.


Al fundimos en un abrazo inmortal, nuestros labios se unen en perfecta arquitectonia.


Somos dos luces alumbrando la grisácea porteña,


Somos dos almas solitarias que no se tocan.

martes, 14 de octubre de 2008

el insomne

Luego de apagar la luz del baño, se dirige a su cuarto. Esquiva la silla a ciegas, tanteando, llega a su cama.
Busca el silencio, nada más, la calma y el silencio, el sueño y el silencio.
Ni bien apoya la cabeza sobre la almohada, se percata de que el agua del inodoro esta perdiendo y no quiere ir y tirar levemente de la cadena para que pare, esta muy cómodo en su cama, acostado y protegido del frió.
El ruido incesante y monótono le perfora los oídos. Pero no señor, no se va a levantar.
Después de arreglar la perdida, tapado y ya acostado, se dispone a dormir, pero ¡no!
Pensamientos invasores lo atormentan, da vueltas en la cama, los pies le empiezan a picar; se rasca compulsivamente y el insomne llora y patalea y se lamenta y llora y los pensamientos siguen ahí y a la fiesta se suma el recuerdo de un tango tristón y meditabundo y en el medio de todo, el insomne escribe e imagina esta historia, lamentándose de que al otro día no la recordara ni escribirá, ya que el peón negro del sueño finalmente corona, obligando a la vigilia a perder la partida.