domingo, 17 de agosto de 2008

Tu

Tu sonrisa resplandece con la tenue luz matinal, mientras que tus ojos permanecen cerrados, como claveles esperando florecer.

Tu cuerpo se mueve lentamente, al compás de una música que repercute en tu subconsciente, inaudible a mis oídos.

Tu belleza resalta cuando dormís, tan inocente y despreocupada.
Te observo, te siento, te admiro, te busco, te encuentro.

Tus manos buscan inconscientemente las mías, a la vez que tus pestañas, cerraduras hermeticas de las ventanas al olvido, se separan del largo abrazo nocturno.

Tu mirada encuentra la mía y una vez mas, despierto.

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